Después de
decenas de mangas, de diecisiete temporadas y de dieciséis películas, ha
llegado por fin a nosotros lo que muchos esperábamos: la llegada de Rojo a la
televisión en forma de anime. Cuatro capítulos de una calidad superior a la
serie protagonizada por Ash Ketchum, un especial que rememora los primeros
juegos originales de Pokémon: Pokémon Azul y Pokémon Verde.
Cabe decir que a occidente llegaron la versiones Azul y Rojo.
Los que aún
seguimos las aventuras de Ash miramos con algo de indignación y pesadez un
anime hecho exclusivamente para promocionar cada videojuego que sale al
mercado, de modo que con cada temporada se “reinicia” la historia, empezando
Ash de cero con sus compañeros. Y que a día de hoy aún no haya ganado una Liga
Pokémon es aún más decepcionante y, por qué no decirlo, cansino. Más aún es así
cuando los guionistas se sacan de la manga unas semifinales en la Liga Sinnoh
donde Ash se enfrenta a un entrenador legendario, un recurso no muy decente
para que el joven Ash no se lleve ningún trofeo.
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